“Nunca había aparecido semejante terror en Britania como el que hemos sufrido ahora a manos de una raza pagana, ni se creía posible semejante asalto por mar...Fijaos en la iglesia de San Cutberto, manchada con la sangre de los sacerdotes de Dios y despojada de todos sus adornos: el lugar más venerable de Britania presa de los pueblos paganos”. Este relato, escrito por Alcuino de York en el 793, resume muy bien la idea que tenemos sobre los vikingos, este pueblo casi mítico que hoy en día sigue muy presente en la cultura popular y cinematográfica (sólo hay que pensar en cierto superhéroe). Sin embargo, ¿a qué se debe su fama de pueblo violento? ¿Eran realmente tan temibles? ¿Cómo se entrenaban? ¿Por qué llegaron a ser así? ¿Sabías que no hay constatación histórica de los famosos cuernos en los cascos de guerreros vikingos? ¿O que los vikingos vendían cuernos de narval como si fueran de unicornio en la Europa continental?

 Viking fire battle

En primer lugar, empezamos a tener constancia de los vikingos en las crónicas europeas hacia el 800. Los registros, a lo largo de los dos siglos posteriores, de incursiones y ataques perpetrados por ellos abarca desde los territorios de la actual Francia y España (remontando sus ríos hacia el interior) pasando por las Islas Británicas, el Mar Caspio, Ucrania (donde fundan el Rus de Kiev, germen de la futura Rusia) y Constantinopla hasta la propia América (se han encontrado restos en la isla de Baffin, Terranova y Groenlandia).

 

Los relatos y sagas épicas sobre los vikingos son bastante numerosos y sus autores diversos (viajeros árabes, bizantinos, etc). De hecho, esta circunstancia dio lugar a la obra de ficción “El guerrero número 13”, película protagonizada por Antonio Banderas. Aunque estas sagas y obras épicas fueran escritas la mayoría en los siglos XII y XIII, es decir, después de los acontecimientos acaecidos, los vikingos dejaron una profunda huella en la cultura popular debido a su extrema violencia. Este hecho está comprobado arqueológicamente en la presencia de armas de combate en los enterramientos de hombres y, en ocasiones, de mujeres (con el consiguiente debate acerca de la posición de la mujer en la sociedad vikinga).

 

Pero, ¿cómo surgen los vikingos? Existen diversas teorías al respecto. Sin embargo, en los últimos tiempos está cogiendo fuerza una de ellas, amparada en los hallazgos arqueológicos. Al parecer, tres siglos antes de los primeros ataques registrados de los vikingos, es decir, a mediados del siglo VI, surgieron en el territorio de Escandinavia más de tres docenas de pequeños reinos que pugnaron por el poder y el territorio. En este contexto convulso tuvieron lugar una serie de cataclismos naturales, generalmente asociadas con dos erupciones volcánicas, causantes de una nube de polvo y gas que oscureció el sol, provocando el descenso de las temperaturas del verano en el Hemisferio norte durante varios años. Esta circunstancias fueron el origen de grandes problemas económicos, es decir, agrícolas, así como de numerosas muertes. Para que sirva de ejemplo, se estima que el 75% de los pueblos de la provincia sueca de Uppland sucumbieron al hambre y los combates. De hecho, los investigadores creen que la leyenda mitológica del Ragnarök (el fin de la creación) pueda tener que ver con esta circunstancia. Teniendo esto en cuenta, podemos asumir que dicho contexto diera lugar, tras la superación de las circunstancias, a una sociedad más violenta, militarizada, controlada por caudillos militares rodeados de guerreros armados, y donde los valores guerreros y asociados a la agresividad y valentía triunfaron. El reparto del botín conseguido tras cada ataque era efectuado por el jefe militar en función de sus lazos de lealtad con sus guerreros más cercanos y valientes.

 viking's boat

La educación militar comenzaba con 5 o 6 años ejercitándose en competiciones deportivas para ganar fuerza, como levantamiento de peso y lucha. Los veteranos adiestraban a los más jóvenes en el manejo de espadas, hachas y lanzas. No obstante, no debemos olvidar que el guerrero vikingo es un hombre libre, y sólo ellos tienen el derecho a portar armas. Empleaban una tipología de armas bastante variada: escudo circular, Sax y Langseax (cuchillo de raíces germánicas de entre 10 y 50 centímetros de longitud); lanza; arco; etc. Sin embargo, la más llamativa de todas ellas era el hacha de combate (desechada por el resto de pueblos europeos). Los vikingos aprovechaban su ventaja principal: desorientar al enemigo no familiarizado con esta herramienta de guerra. Había tres tipos: ligera de una mano, arrojadiza, y de dos manos. Era un arma muy valorada por este pueblo en un choque de líneas (incluso más que la espada) ya que permitía apartar escudos, abrir la guardia y golpear contundentemente, por lo que no es de extrañar encontrar hachas ricamente decoradas e incluso con nombre propio. Sin embargo, a pesar de estas generalidades, debemos tener en cuenta que el uso de un arma u otra variaba en función del pueblo vikingo en cuestión (especialmente se aprecian diferencias entre los pueblos vikingos expandiéndose hacia el este y Mar Negro y los pueblos vikingos del oeste hacia Groenlandia y las Islas Británicas).

 Fireboat

Estos extraños pueblos estaban preparados desde pequeños para practicar incursiones militares en cualquier punto, desembarcando en zonas de poca profundidad y, a priori, de difícil acceso por mar, gracias a sus famosos barcos, los drakkar. Ataques repetidos a lo largo de siglos, extendiendo esta imagen violenta del pueblo vikingo incentivada por la existencia de la figura del soldado berserkr. Estas tropas legendarias, apodados como “lobos asesinos” por un poeta anglosajón, se lanzaban al combate aullando mientras mataban a sus enemigos. Entre sus habilidades se encontrarían una teórica fuerza sobrehumana y una sed de sangre incontrolada que provocaba que rehusaran protegerse (lo cual desconcertaba al enemigo). Luchaban en unidades pequeñas de 12 miembros siempre en primera línea, donde más peligro podía hallarse.

 

Pero lo más curioso lo encontramos en un documento escrito por el historiador bizantino Johannes Skylitzes, narrando cómo quedó el campo de batalla tras la lucha de 971 del gobernante escandinavo de Kiev, Sviatoslav, contra los bizantinos en Bulgaria. Los vikingos fueron derrotados, sin embargo, los bizantinos quedaron perplejos al descubrir que había mujeres entre los fallecidos armadas como guerreras. Los estudios históricos han constatado que existían dos tipos de mujeres guerreras: las que lo eran de forma esporádica, en caso de emergencia, la cuál volvía a su posición subordinada en la sociedad; las que lo son de forma habitual y durante largos periodos de tiempo. En este sentido, surge la cuestión de la controvertida (por falta de constatación documental real) Lagertha, una de las mujeres del famoso Ragnar Lothbrook. Por otro lado, y aunque este caso u otros de mujeres vikingas reseñables no sean totalmente fiables, siguen existiendo restos arqueológicos en Escandinavia que asocian armas, como espadas y lanzas, con tumbas de mujeres, siendo este el caso del barco funerario de Oseberg. Es la sepultura vikinga más majestuosa jamás encontrada, donde se encontraron los restos mortales de dos mujeres, una de unos 75 años de edad, y la otra, de unos 50 años. La teoría más aceptada es que una de ellas era una reina por derecho propio, enterrada junto con una sirviente o consejera, y la otra mujer podría ser una poderosa hechicera. Hay que tener en cuenta que la magia es considerada absolutamente fundamental en esta sociedad donde se confunde realidad con mitología. De hecho, no es de extrañar, la existencia en su ideario cultural de una figura como la valkiria, tan conocida para nosotros hoy en día.

 Vikings

Esta sociedad guerrera se manifiesta una vez más, tal y como hemos adelantado anteriormente,en los famosos enterramientos (reservados para las élites) sobre un barco en llamas. Se colocaba sobre dicho barco al difunto con su ajuar funerario asaeteado con una flecha de fuego para incendiar el barco y provocar la cremación del difunto. Así lo describe Ibn Fadlan, un viajero árabe del siglo IX que se topó con un cortejo funerario vikingo: “La nave del difunto es sacada a tierra, y se llevan a bordo abundantes objetos preciosos. El muerto es ataviado con su mejor indumentaria y depositado en un lecho. Una esclava que ha elegido seguir a su señor en la muerte, es sacrificada junto con un caballo y un perro de caza. Se prende fuego a la embarcación, con su contenido, y, sobre los restos se erige un alto túmulo”.

 

En conclusión podríamos decir que este pueblo guerrero, al igual que otros de la Historia surge en un contexto crítico muy concreto que obliga a una adaptación económica, cultural, política y sociológica que muta las estructuras sociales anteriores y da lugar a la idiosincrasia tan característica de los vikingos tal y como los conocemos.

 

 

 

Bibliografía

 

 

- Pérez Bernabé, Laura: La mujer en el mundo vikingo. Alicante. Universidad de Alicante.

- Emil Christensen, Arne: Los vikingos.

- Espinar Moreno, Manuel; Robles Delgado, Alberto; Abellán Santisteban, José: Los vikingos en la Historia, vol. 2. Libros EPCCM. Estudios número 8. II Jornadas de Cultura Vikinga. Granada. 2015.

- Historia National Geographic, número especial: Vikingos. Señores del mar y la espada. Octubre. 2020.


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